Los activistas por los derechos de los homosexuales continúan mostrando su indignación por las palabras del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y reclaman su renuncia o cuando menos disculpas por haber sugerido que los hinchas gays «eviten toda actividad sexual» en el Mundial 2022 de Qatar, donde la homosexualidad está prohibida.
Preguntado el pasado lunes en una conferencia de prensa en Sudáfrica sobre el trato reservado a los seguidores homosexuales en la futura Copa del Mundo que se disputará en Qatar, Blatter bromeó: «Creo que deberían simplemente abstenerse de toda actividad sexual».
Ante esta declaración, el presidente de la Red de Hinchas de Fútbol Gay, Chris Basiurski, pidió a Blatter que “retire sus palabras y pida disculpas inmediatamente o renuncie a su cargo”, según indica el diario deportivo As.com
«Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales no se merecen esas burlas. Muchos viven en países donde pueden ser ejecutados o encarcelados si son descubiertos, estas personas merecen nuestra ayuda y respeto», justificó Chris Basiurski en un comunicado.
«Lesbianas, gays, bisexuales y transexuales no se merecen esas burlas. Muchos viven en países donde pueden ser ejecutados o encarcelados si son descubiertos, estas personas merecen nuestra ayuda y respeto», justificó Chris Basiurski en un comunicado.
El primero que reaccionó a las palabras de Blatter fue el británico John Amaechi, ex jugador de baloncesto de la NBA que reveló su homosexualidad en 2007, y fustiga en su blog «la ignorancia arcaica, neandertal», del dirigente suizo.
Según la BBC, la FIFA no prevé ningún comentario más por estimar que Blatter aportó todas las clarificaciones necesarias en la citada conferencia de prensa el lunes. Tras provocar risas embarazosas entre los asistentes, Blatter agregó que «en el fútbol no existe ninguna frontera. Estamos abiertos a todos y creo que no debería existir ninguna discriminación para ningún ser humano». El patrón de la FIFA, de 74 años, ha tenido otras ocurrencias. En 2004, opinó que la mejor manera de popularizar el fútbol femenino es que las jugadoras se pongan «camisetas más ajustadas».
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