El legendario jugador de rugby galés Gareth Thomas, de 35 años, confesó públicamente en la prensa británica de este sábado que es homosexual y aseguró que la doble vida que ha llevado hizo que llegara a plantearse el suicidio.
El zaguero del Cardiff, ex capitán del XV de Gales y de los Leones británicos e irlandeses, afirmó en declaraciones al Daily Mail que mantener en secreto su homosexualidad convirtió su vida de adulto en un martirio y que la culpabilidad que sentía respecto a su mujer Jemma le sumió en la depresión.
"Pasé por todo tipo de emociones: lágrimas, ira y la desesperación más absoluta", declaró Gareth Thomas, el galés con más internacionalidades (un centenar). "No estaba seguro de querer que se supiera y, para ser sincero, me preocupaba la reacción de la gente", explicó.
"Ha sido muy duro para mí esconder lo que soy de verdad y no quiero que le suceda lo mismo al próximo joven que quiera jugar al rugby", añadió, antes de explicar que supo que era gay desde los 16 ó 17 años.
"Nunca lo acepté porque sabía que nunca sería aceptado siendo gay ni lograría todo lo que quería conseguir en el deporte", contó el deportista, cuyas depresiones le llevaron a pensar en suicidarse lanzándose al vacío desde un precipicio.
"Me convertí en un maestro en el arte del disimulo y era agresivo en el terreno de juego, muchas veces para compensar, porque no quería que el verdadero yo saliera a la luz. Pero, cuando te apartas así de ti mismo, te sientes muy solo, te avergüenzas y te desplomas", confesó.
El jugador conoció a la que sería su mujer con 18 años. "La quise de verdad. Era la mejor mujer, la más cariñosa, comprensiva y hermosa que he conocido nunca. Fue una época muy confusa porque, al tiempo que tenía profundos sentimientos por ella, sabía que no podía desprenderme de lo que era", explicó.
Se casaron en 2002. Después de tres años de matrimonio, en los que Jemma sufrió tres abortos, se separaron y ahora están pendientes del divorcio. "Solía rezar con todas mis fuerzas diciéndole a Dios 'tengo a Jemma, la quiero, por favor, que desaparezcan esos sentimientos que tengo'", reveló.
En noviembre de 2006, se desplomó en los vestuarios del Millennium Stadium de Cardiff tras un partido con Gales y se lo confesó todo al técnico Scott Johnson, que a su vez se lo contó a sus compañeros Stephen Jones y Martyn Williams, pensando que necesitaría su apoyo.
"Vinieron, me dieron una palmada en la espalda y me dijeron: 'Nos da igual'. Son dos de mis mejores amigos en el rugby y ni siquiera pestañearon", explicó Thomas, que después lo contó en el Cardiff Blues y no tuvo problema alguno.
"No quiero ser conocido como un jugador de rugby homosexual. Soy ante todo un jugador de rugby", destacó. "Soy un hombre, pero resulta que soy homosexual. Es irrelevante. Lo que haga de puertas para adentro no tiene nada que ver con lo que he hecho en el rugby", sentenció.
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