La muerte de un deportista en una sesión de entrenamientos de luge ensombreció la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver 2010, con una ceremonia que contó con un atrevido 'snowboarder', una bienvenida aborigen y el encendido del pebetero a cargo de la leyenda del hockey Wayne Gretzky.
Vancouver organizó la primera ceremonia de inauguración bajo techo en los 86 años de historia de los Juegos de Invierno, una irónica elección para uno de los países con más espacios al aire libre y que es el segundo país de mayor superficie del mundo.
En el enorme lienzo blanco del BC Place, Canadá pintó cielos estrellados, osos polares, hielo azul e íconos indígenas, con la participación de 60.000 "pixeles" (espectadores y atletas) para dar la bienvenida al mundo en un helado paraíso.
En el que pareció ser el único error de la noche, sólo tres de los cuatro gigantescos témpanos que soportan el pebetero olímpico salieron desde el suelo.
Destacados atletas canadienses encendieron el pebetero interior incompleto antes de que Wayne Gretzky llevase la antorcha al exterior para encender la llama exterior junto al centro de transmisión de los Juegos.
Empañando el inicio de los Juegos del 12 al 28 de febrero un competidor georgiano de luge murió el viernes en un horrendo accidente. En señal de luto, los compañeros de equipo de Nodar Kumaritashvili, de 21 años, marcharon en el estadio con bufandas y brazaletes negros ante la ovación de la multitud. Las banderas olímpicas y la de Canadá fueron bajadas a media asta posteriormente.
"Porten ustedes su sueño olímpico en sus hombros y compitan con su espíritu en sus corazones", dijo John Furlong, jefe ejecutivo del Comité Organizador de Vancouver, junto al presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge. Tras un triste discurso, la gobernadora general de Canadá, Michaelle Jean, quien nació en Haití, declaró inaugurados los Juegos de Vancouver.
Canadá y sus artistas
El realizar la primera ceremonia de inauguración de Juegos Olímpicos después del innovador espectáculo de Pekín en 2008 no era una tarea fácil, especialmente en una economía que lucha por recuperarse de una profunda crisis.
Canadá, sin embargo, recurrió a sus reservas de talento de nivel mundial, como el actor de cine Donald Sutherland para narrar la ceremonia con su característica voz y los músicos K.D. Lang, quien cantó el tema "Hallelujah" de su compatriota Leonard Cohen, Bryan Adams y Nelly Furtado.
La ceremonia viajó entre los dos mundos de Canadá, uno de profundo respeto a la tradición, los pueblos indígenas y la naturaleza, y otro de vanguardia y cultura en uno de los países más prósperos del mundo.
En el país hogar del famoso Circo del Sol, los acróbatas aéreos encarnaron bajo techo a los atletas invernales compitiendo y saltando.
La ceremonia comenzó con un recuerdo de los Juegos de Invierno anteriores mientras un atleta en snowboard iniciaba su jornada en una montaña que fue apareció en una pantalla, descendiendo por un barranco hacia una hoja de arce canadiense de color rojo. Desde las alturas del estadio, con un intrépido salto a través de uno de los cinco aros olímpicos en una gran nube de nieve voló por el aire hacia una rampa acolchonada.
La entrada del equipo canadiense hizo que el público en el estadio se levantara, mientras los 34 millones de canadienses esperan que sus atletas ganen su primera medalla de oro en unos Juegos en casa.
Vancouver organizó la primera ceremonia de inauguración bajo techo en los 86 años de historia de los Juegos de Invierno, una irónica elección para uno de los países con más espacios al aire libre y que es el segundo país de mayor superficie del mundo.
En el enorme lienzo blanco del BC Place, Canadá pintó cielos estrellados, osos polares, hielo azul e íconos indígenas, con la participación de 60.000 "pixeles" (espectadores y atletas) para dar la bienvenida al mundo en un helado paraíso.
En el que pareció ser el único error de la noche, sólo tres de los cuatro gigantescos témpanos que soportan el pebetero olímpico salieron desde el suelo.
Destacados atletas canadienses encendieron el pebetero interior incompleto antes de que Wayne Gretzky llevase la antorcha al exterior para encender la llama exterior junto al centro de transmisión de los Juegos.
Empañando el inicio de los Juegos del 12 al 28 de febrero un competidor georgiano de luge murió el viernes en un horrendo accidente. En señal de luto, los compañeros de equipo de Nodar Kumaritashvili, de 21 años, marcharon en el estadio con bufandas y brazaletes negros ante la ovación de la multitud. Las banderas olímpicas y la de Canadá fueron bajadas a media asta posteriormente.
"Porten ustedes su sueño olímpico en sus hombros y compitan con su espíritu en sus corazones", dijo John Furlong, jefe ejecutivo del Comité Organizador de Vancouver, junto al presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge. Tras un triste discurso, la gobernadora general de Canadá, Michaelle Jean, quien nació en Haití, declaró inaugurados los Juegos de Vancouver.
Canadá y sus artistas
El realizar la primera ceremonia de inauguración de Juegos Olímpicos después del innovador espectáculo de Pekín en 2008 no era una tarea fácil, especialmente en una economía que lucha por recuperarse de una profunda crisis.
Canadá, sin embargo, recurrió a sus reservas de talento de nivel mundial, como el actor de cine Donald Sutherland para narrar la ceremonia con su característica voz y los músicos K.D. Lang, quien cantó el tema "Hallelujah" de su compatriota Leonard Cohen, Bryan Adams y Nelly Furtado.
La ceremonia viajó entre los dos mundos de Canadá, uno de profundo respeto a la tradición, los pueblos indígenas y la naturaleza, y otro de vanguardia y cultura en uno de los países más prósperos del mundo.
En el país hogar del famoso Circo del Sol, los acróbatas aéreos encarnaron bajo techo a los atletas invernales compitiendo y saltando.
La ceremonia comenzó con un recuerdo de los Juegos de Invierno anteriores mientras un atleta en snowboard iniciaba su jornada en una montaña que fue apareció en una pantalla, descendiendo por un barranco hacia una hoja de arce canadiense de color rojo. Desde las alturas del estadio, con un intrépido salto a través de uno de los cinco aros olímpicos en una gran nube de nieve voló por el aire hacia una rampa acolchonada.
La entrada del equipo canadiense hizo que el público en el estadio se levantara, mientras los 34 millones de canadienses esperan que sus atletas ganen su primera medalla de oro en unos Juegos en casa.
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