13 de setiembre de 2012
Un futbolista alemán que juega en un club de la primera división de ese país (Bundesliga) dice que teme ataques de los aficionados e incluso de otros futbolistas si hace pública su homosexualidad y por eso permanece en el anonimato. Esta declaración, inédita en Alemania, y en general en el mundo del futbol, ha causado reacciones en todo el país. Incluso la canciller Angela Merkel expresó su posición sobre el tema.
"No sé si voy a ser capaz de resistir la tensión constante de tratar de ser el jugador modelo heterosexual y el deseo de salir del closet hasta el final de mi carrera", dijo el jugador no identificado a la revista alemana Fluter, publicada por el prestigioso Centro Alemán de Formación Política,.
Dijo que algunas amigas actuan como "pantallas" en eventos públicos para disimular su sexualidad. Su última relación gay, escribió, fue "envenenada" por la necesidad de mantenerla en secreto.
El jugador también cree que la atención mediática sobre su vida privada tendría un impacto perjudicial para él en el terreno de juego.
"Estando dentro del estadio o después del partido, cualquier cosa pequeña dentro del grupo se convierte en un gran problema."
"Yo ya no estaría seguro si mi sexualidad se hiciera pública", dijo el jugador.
El futbolista, del que la revista sólo precisa que juega en uno de los 18 equipos de la primera división alemana, asegura que conoce a "varios" jugadores homosexuales en la Bundesliga.
Además, da por hecho que sus compañeros de equipo conocen su situación. "Casi nadie habla de esto, pero todos tienen que saberlo".
¿Vivió por eso alguna situación incómoda? "En absoluto. No conozco ningún jugador en toda la Liga que tenga un problema con eso".
"Por supuesto al principio hay alguna situación en las duchas algo incómoda para ambas partes, pero no me interesan mis compañeros y al final es igual para todos".
La verdadera "amenaza" no viene de los otros futbolistas, sino de los hinchas y de los medios, aclara. "Historias, titulares, revistas... Todos querrían descubrir las cosas -seguramente malas- que hago con mi pareja bajo las sábanas", se queja.
"Mi pasión, el fútbol, sería irrelevante. O bien voy con mi novio a un evento y luego estoy tres semanas en todos los medios, o lo limito a mi esfera privada y me miento a mí mismo. Sencillamente, no hay solución".
Reacciones
Para el semanario "Die Zeit", "comenzó el fin del tabú": "Aunque la entrevista sea anónima, hasta ahora no hubo nada similar en Alemania. Es algo nuevo. Y es algo tan valiente que merece un enorme respeto. Y es algo trágico".
Incluso la Canciller alemana Angela Merkel se interesó hoy por el caso y envió un mensaje de aliento a los jugadores gays.
"Soy de la opinión de que todo aquel que asuma el riesgo y tenga el valor (de confesar que es homosexual) debe saber que vive en un país donde no tiene nada que temer. Es mi mensaje político", dijo la líder conservadora. "No tienen que tener miedo".
Pero el tabú de la homosexualidad en el fútbol va más allá de Alemania. Mientras en otros ámbitos como el cine, la música o la política se habla del tema sin tapujos, el deporte rey sigue atrapado en los prejuicios y el silencio.
En la reciente Eurocopa de fútbol, el italiano Antonio Cassano reabrió el debate con una frase polémica: "Espero que no haya homosexuales en el equipo".
Hasta ahora uno de los pocos casos de una "salida del armario" en una liga de primer nivel fue la de Justin Fashanu, del Nottingham Forest inglés, que en 1990 hizo pública su homosexualidad. Años más tarde se suicidó en una zona pobre de Londres tras ser acusado de abuso de menores en Estados Unidos.
En ese contexto, la entrevista publicada ahora en Alemania cobra especial valor por la sinceridad con que el jugador describe la situación de los gays en el fútbol profesional.
"No sé si voy a ser capaz de resistir la tensión constante de tratar de ser el jugador modelo heterosexual y el deseo de salir del closet hasta el final de mi carrera", dijo el jugador no identificado a la revista alemana Fluter, publicada por el prestigioso Centro Alemán de Formación Política,.
Dijo que algunas amigas actuan como "pantallas" en eventos públicos para disimular su sexualidad. Su última relación gay, escribió, fue "envenenada" por la necesidad de mantenerla en secreto.
El jugador también cree que la atención mediática sobre su vida privada tendría un impacto perjudicial para él en el terreno de juego.
"Estando dentro del estadio o después del partido, cualquier cosa pequeña dentro del grupo se convierte en un gran problema."
"Yo ya no estaría seguro si mi sexualidad se hiciera pública", dijo el jugador.
El futbolista, del que la revista sólo precisa que juega en uno de los 18 equipos de la primera división alemana, asegura que conoce a "varios" jugadores homosexuales en la Bundesliga.
Además, da por hecho que sus compañeros de equipo conocen su situación. "Casi nadie habla de esto, pero todos tienen que saberlo".
¿Vivió por eso alguna situación incómoda? "En absoluto. No conozco ningún jugador en toda la Liga que tenga un problema con eso".
"Por supuesto al principio hay alguna situación en las duchas algo incómoda para ambas partes, pero no me interesan mis compañeros y al final es igual para todos".
La verdadera "amenaza" no viene de los otros futbolistas, sino de los hinchas y de los medios, aclara. "Historias, titulares, revistas... Todos querrían descubrir las cosas -seguramente malas- que hago con mi pareja bajo las sábanas", se queja.
"Mi pasión, el fútbol, sería irrelevante. O bien voy con mi novio a un evento y luego estoy tres semanas en todos los medios, o lo limito a mi esfera privada y me miento a mí mismo. Sencillamente, no hay solución".
Reacciones
Para el semanario "Die Zeit", "comenzó el fin del tabú": "Aunque la entrevista sea anónima, hasta ahora no hubo nada similar en Alemania. Es algo nuevo. Y es algo tan valiente que merece un enorme respeto. Y es algo trágico".
Incluso la Canciller alemana Angela Merkel se interesó hoy por el caso y envió un mensaje de aliento a los jugadores gays.
"Soy de la opinión de que todo aquel que asuma el riesgo y tenga el valor (de confesar que es homosexual) debe saber que vive en un país donde no tiene nada que temer. Es mi mensaje político", dijo la líder conservadora. "No tienen que tener miedo".
Pero el tabú de la homosexualidad en el fútbol va más allá de Alemania. Mientras en otros ámbitos como el cine, la música o la política se habla del tema sin tapujos, el deporte rey sigue atrapado en los prejuicios y el silencio.
En la reciente Eurocopa de fútbol, el italiano Antonio Cassano reabrió el debate con una frase polémica: "Espero que no haya homosexuales en el equipo".
Hasta ahora uno de los pocos casos de una "salida del armario" en una liga de primer nivel fue la de Justin Fashanu, del Nottingham Forest inglés, que en 1990 hizo pública su homosexualidad. Años más tarde se suicidó en una zona pobre de Londres tras ser acusado de abuso de menores en Estados Unidos.
En ese contexto, la entrevista publicada ahora en Alemania cobra especial valor por la sinceridad con que el jugador describe la situación de los gays en el fútbol profesional.
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